Thursday, March 21, 2013

Buscando a la mariposa

El gran tema de la revocatoria, por lo menos si se ve a partir de las redes sociales, es si la "victoria" de los inquilinos de la columna derecha de la cédula es gracias al voto cruzado impulsado por una eficiente campaña internáutica, o gracias al simple cansancio enfrentado por una sábana electoral.

Cada loco con su gráfico, y acá está el mio. Pueden ver datos más analíticos en el blog de Martín Tanaka, pero creo que esta cédula demuestra dos cosas importantes:
  1. El voto en blanco (azul) es mucho más pronunciado en la columna derecha que en la columna izquierda, y tiende a aumentar de arriba hacia abajo.
  2. Los votos del Sí (amarillo) y del No (verde) son casi iguales.
Votos blancos en azul:
la columna sí importa.
Datos: ONPE, informe de 25.03.2013
Como en todas las elecciones ajustadas, y en el mundo moderno parece que la tendencia es que todas son así, la diferencia entre ganar y perder es solo un puñado de votos. Dicho de otra manera, el resultado puede cambiar con el aleteo de las alas de una mariposa. Y claro, el trabajo del analista político es buscar y revelar la mariposa escondida.

Leyendo los comentarios, uno se da cuenta que nadie es capaz de marcar una cédula sin ser guiado; algunos por fideos regalados, otros por una sofisticada campaña de las redes sociales, sin hablar de los pobres influenciados por la propaganda de los magos de la imagen. Hay una curiosa alianza entre los guías de distintos ámbitos; a todos les conviene que la influencia del otro sea considerado un obstáculo mayor mientras su propio trabajo es el causante de la victoria. En el fuego cruzado, se pierde la voluntad y la racionalidad del votante.

Aunque todavía no termino el análisis estadístico, me cuesta creer en la campaña ppkausista de votos cruzados. No se ve votos cruzados en los resultados, salvo por unos cuantos que votaron No para que se quede la alcaldesa, y Sí para que se vayan varios regidores, y una cantidad, un poco mayor, de votantes se reservaron sus votos afirmativos para Castañeda hijo y su correligionario José Danós, cuyo destino es hasta ahora incierto. Lo que sí se ve es un aumento constante de arriba hacia abajo de votos en blanco, con un salto significativo de la columna izquierda a la columna derecha. Y también que el aumento de votos en blanco corresponde más al descenso de votos del Sí que del No.

Lo interesante es el salto de la izquierda a la derecha, que puede corresponder a una simple equivocación (por ejemplo, que solo una columna importe) o a una escala (que una columna basta, y ya me cansé). Pero puede corresponder al hecho de que todos los nombres en la izquierda son de la izquierda (o por lo menos de la lista de FS) mientras todos salvo por dos en la derecha son de otras formaciones. Y de ahí  la suspicacia de una campaña "sofisticada" que, para simplificar su mensaje, promovió el voto Sí a la izquierda y el No a la derecha. 

Es posible. Pero ¿cómo se explica que los resultados parecen más a un voto "cruzado" Sí/Blanco que a un voto Sí/No?

Es más: que yo sepa, no había ninguna campaña por la revocación del Castañeda menor. Pero tiene el dudoso honor de ser el resultado menos ambiguo de toda la revocatoria. No sé si fue por sus propios méritos o por llevar el apellido de su papá, pero en comparación con su vecino de arriba en la cédula, lleva 94 mil votos más el Sí y 89 mil menos el No, con 12 mil votos en blanco menos y 7 mil votos nulos más (supongo que fueron garabatos u otras expresiones). O sea, mientras casi 90 mil electores dispuestos a votar No cambiaron su voto por el Sí por él, y unos 12 mil más que no pusieron marcas en el resto de la columna derecha hicieron el esfuerzo de regalarle o un Sí o un dibujo probablemente despectivo.

Por otro lado, Marisa Glave (ubicada en la tercera línea de la izquierda) en comparación con Walter Guillén (tercera linea de la derecha) ganó 159 mil votos válidos más: 107 mil votos más de Sí y también 53 mil más No. Es mucho más difícil analizar su resultado como un cambio del No al Sí en comparación con Guillén, dado que recibió más votos de ambos tipos.

(Todas las cifras son tomadas del informe de anoche de la ONPE, al 55% contabilizado, sumando 2.9 millones de votos. 89 mil votos son aproximadamente el 3% del total.)

Hay diferencias aún más sutiles. Si el voto en contra de Castañeda hijo es lo más obvio, hay varios regidores en la columna derecha que experimentaron un movimiento del No hacia el Sí; la lista incluye por lo menos a Fernan Altuve-Febres y probablemente a Jaime Salinas. Asimismo, hay un desplazamiento del No al Sí por los dos ex-regidores de FS, Luis Valer Coronado y Cayo Tito Quillas, y todo esto sin el apoyo de guías.

Lo cierto es que la gran mayoría de los votantes marcaron sus votos en bloque, o 40 veces Sí o 40 veces No, o bien empezó con tal estrategia y se cansó sin terminar. Unos más solo votaron Sí o No por la alcaldesa, dejando en blanco las otras casillas.

Pero sí, habían unos votantes que optaron por un voto pensado individualmente y no en bloque, probablemente sin responder ni a regalos de fideos ni a cartas en Facebook, cada uno siendo su propia mariposa.

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